¿Por qué los peces betta luchan contra los peces?

Los peces Betta, también conocidos como peces luchadores siameses, son conocidos por su comportamiento agresivo hacia otros machos de su misma especie. Este comportamiento surge de sus instintos naturales y rasgos biológicos:

Comportamiento Territorial:

Los bettas son peces muy territoriales y establecen su territorio dentro de su entorno acuático. Cuando otro pez betta macho entra en su territorio, lo perciben como una amenaza a su dominio y a su espacio. Como resultado, adoptan comportamientos agresivos para defender su territorio.

Selección natural:

En sus hábitats naturales, como arrozales y arroyos poco profundos, los peces betta compiten por recursos limitados, incluidos alimento, refugio y pareja. Con el tiempo, a través de la selección natural, los machos más agresivos y territoriales tenían más probabilidades de sobrevivir y reproducirse, transmitiendo sus genes agresivos a las generaciones futuras.

Cría y Competencia:

Los peces Betta también son conocidos por sus elaborados rituales de cortejo y reproducción. Cuando una hembra betta está lista para aparearse, liberará feromonas que atraen a los machos betta. Luego, los machos realizarán una exhibición competitiva de sus aletas y colores para atraer a la hembra. El macho más agresivo suele ganar la competición y tener la oportunidad de aparearse.

Efecto espejo:

Los bettas también pueden mostrar agresividad cuando ven su reflejo en un espejo u otra superficie reflectante. Perciben su reflejo como un rival, ensanchan sus aletas e intentan atacar al "intruso". Este comportamiento resalta sus instintos territoriales y la importancia de defender su espacio.

La lucha como deporte:

Desafortunadamente, el comportamiento agresivo de los peces betta también ha dado lugar a una larga historia de peleas de peces organizadas, especialmente en el sudeste asiático. En estas peleas, los peces betta macho se colocan en pequeños recipientes y se les provoca a pelear, lo que a veces resulta en lesiones o incluso la muerte. Esta práctica es muy controvertida y muchas organizaciones de bienestar animal la consideran poco ética.

Si bien los peces betta pueden ser hermosos y fascinantes de observar, es importante reconocer y comprender su comportamiento natural para brindarles el cuidado adecuado y evitar agresiones y conflictos innecesarios.