¿Cómo se limpian los ladrillos de la chimenea?

Reúna suministros:

- Bórax

- Amoníaco (limpiador doméstico transparente)

- Cepillo de cerdas duras

- Balde

- Tazas medidoras

- Equipo de seguridad (guantes, gafas, mascarilla)

Preparar el área:

1. Retire los restos sueltos o las cenizas de la chimenea.

2. Cubra las superficies circundantes, como la chimenea, los muebles y el piso, con trapos o láminas de plástico para protegerlas de la solución limpiadora.

Hacer solución de limpieza:

1. En un área bien ventilada, póngase su equipo de seguridad.

2. Mezcle partes iguales de bórax y amoníaco en un balde.

Por ejemplo:1 taza de bórax + 1 taza de amoníaco

Procedimiento de limpieza:

1. Sumerja el cepillo en la solución limpiadora.

2. Frote suavemente cada ladrillo, trabajando en pequeñas secciones. Tenga cuidado de no aplicar una presión excesiva que pueda dañar los ladrillos.

3. Preste especial atención a las áreas oscuras o manchadas.

4. Si las manchas persisten, deje que la solución repose sobre el ladrillo durante unos minutos antes de volver a fregar.

5. Continúe limpiando hasta cubrir todos los ladrillos.

Enjuagar y secar:

1. Utilice un paño o una esponja limpios y húmedos para limpiar la solución limpiadora de los ladrillos.

2. Deje que los ladrillos se sequen completamente antes de mover o usar la chimenea.

Consejos:

- Los vapores de amoníaco pueden ser fuertes, así que trabaje en un área bien ventilada y evite la inhalación directa.

- Pruebe la solución limpiadora en un área pequeña y discreta de los ladrillos para asegurarse de que no cause daños.

- Después de la limpieza, evitar utilizar la chimenea hasta que los ladrillos estén completamente secos.

- Si su chimenea tiene muchas manchas difíciles o eflorescencias (depósitos de polvo blanco), podría considerar buscar ayuda de un servicio de limpieza profesional.