¿Cómo ahorrar carbón después de asar alimentos?

A continuación se ofrecen algunos consejos para ahorrar carbón después de asar alimentos:

  1. Apagar las brasas adecuadamente: Cuando hayas terminado de asar, deja que las brasas se enfríen por completo antes de intentar guardarlas. Nunca añadas agua a las brasas, ya que esto puede provocar peligrosas explosiones de vapor y cenizas.
  2. Utilice un recipiente metálico con tapa: Una vez apagadas las brasas, transfiéralas a un recipiente metálico con tapa hermética. Esto ayudará a evitar que llegue oxígeno a las brasas, lo que ralentizará el proceso de combustión y ayudará a conservarlas.
  3. Guarda las brasas en un lugar fresco y seco: Elija un lugar de almacenamiento que sea fresco y seco, como un cobertizo, un garaje o un sótano. Las altas temperaturas y la humedad pueden hacer que las brasas se deterioren más rápidamente.
  4. Evite almacenar carbones cerca de materiales inflamables: El carbón es un material combustible, por lo que es importante mantenerlo alejado de líquidos, gases u otras fuentes potenciales de ignición inflamables.
  5. Reutiliza las brasas en unas pocas semanas: El carbón vegetal puede perder su eficacia con el tiempo, por lo que es mejor reutilizarlo unas semanas después de su almacenamiento. Si no planeas utilizar el carbón en un futuro cercano, considera desecharlo adecuadamente.

Vale la pena señalar que es posible que reutilizar el carbón no siempre sea posible o aconsejable, dependiendo del estado y la calidad de los carbones. Si las brasas han estado expuestas a la humedad, tienen mucha ceniza o se han usado varias veces, puede ser mejor desecharlas y usar brasas frescas para su próxima sesión de asado.