¿Por qué tus albóndigas son duras?

Las albóndigas pueden resultar duras por varias razones, como manipularlas demasiado o agregar demasiados ingredientes aglutinantes como huevos y pan rallado. Otras razones pueden ser usar calor/temperatura alta para cocinarlos incorrectamente y cocinarlos durante un período prolongado. Estas razones dan como resultado la pérdida de ternura y humedad y dan como resultado una textura seca y dura de las albóndigas.