¿Por qué los caballos se consideran no rumiantes y se alimentan de pastos?

De hecho, los caballos se consideran animales no rumiantes, aunque consumen pastos como parte de su dieta. Los rumiantes son mamíferos que han desarrollado un sistema digestivo especializado que les permite digerir eficazmente materiales vegetales como pastos y hojas. Este proceso de digestión depende en gran medida de la fermentación de los alimentos por parte de microbios dentro del rumen, un compartimento estomacal especializado que se encuentra en los rumiantes.

Los caballos, sin embargo, carecen de este rumen y de su ecosistema microbiano asociado. Por lo tanto, no pueden fermentar la fibra vegetal y la celulosa con tanta eficacia como los rumiantes. En cambio, los caballos emplean una estrategia digestiva diferente conocida como fermentación del intestino posterior.

Sistema digestivo del caballo y fermentación del intestino posterior:

1. Fermentación del intestino anterior: Los caballos tienen una pequeña cantidad de fermentación en el intestino anterior (estómago e intestino delgado). Sin embargo, esta fermentación primaria implica la descomposición de azúcares simples, como los fructanos de las gramíneas.

2. Fermentación del intestino posterior: La mayor parte de la fermentación en los caballos tiene lugar en el intestino posterior, principalmente en el ciego y el colon grande. Aquí reside una rica población microbiana, que incluye bacterias y protozoos. Estos microbios descomponen los carbohidratos complejos, incluida la celulosa y otras fibras, en moléculas más simples mediante la fermentación.

3. Adaptaciones digestivas: Los caballos tienen un tracto digestivo relativamente largo, lo que permite una fermentación microbiana extensa. También tienen grandes compartimentos en el intestino posterior que proporcionan un amplio espacio para la descomposición microbiana de los materiales vegetales.

Implicaciones nutricionales:

Debido a los diferentes sistemas digestivos, los caballos tienen diferencias dietéticas en comparación con los rumiantes.

- Hábitos de pastoreo: Los caballos están adaptados para pastar pastos y otros materiales vegetales durante todo el día. Consumen comidas pequeñas y frecuentes, lo que ayuda a mantener un suministro continuo de material fermentable a los microbios del intestino posterior.

- Hierbas como forraje: Los pastos forman el componente principal de la dieta de un caballo y proporcionan sustento en forma de energía, vitaminas y minerales. Los caballos suelen alimentarse con pastos como festuca, raigrás y timoteo.

- Heno y Concentrados: Además de pastos, a los caballos se les puede proporcionar heno, que es pasto seco, como parte de su dieta. Se pueden administrar concentrados, como avena y cereales, para proporcionar energía y nutrientes adicionales cuando sea necesario.

- Dietas de equilibrio: Los nutricionistas y veterinarios equinos trabajan juntos para formular dietas equilibradas que satisfagan las necesidades nutricionales de los caballos en función de su edad, nivel de actividad y estado de salud.

En resumen, los caballos son herbívoros no rumiantes con un sistema único de fermentación en el intestino posterior. Consumen pastos y otros materiales vegetales, dependiendo de la fermentación microbiana en el intestino posterior para descomponer y utilizar los nutrientes de estos alimentos. Sus hábitos de pastoreo y sus necesidades dietéticas difieren de los de los animales rumiantes, lo que los convierte en especies herbívoras distintas.