¿Es seguro comer una langosta muerta?

No se recomienda consumir langostas muertas, ni ningún marisco muerto en general, ya que puede suponer graves riesgos para la salud. Cuando los mariscos mueren, comienzan a descomponerse rápidamente y las bacterias y otros microorganismos comienzan a crecer y multiplicarse. Estos microorganismos pueden producir toxinas dañinas que pueden causar enfermedades transmitidas por los alimentos, como la intoxicación alimentaria.

Además, es posible que las langostas muertas ya hayan comenzado a descomponerse y tengan un olor o sabor desagradable, lo que las hace poco apetecibles. Por estas razones, siempre es más seguro consumir sólo mariscos vivos o recién capturados para garantizar su frescura y seguridad.