¿Por qué las langostas muertas huelen a amoníaco?

El olor a amoníaco de las langostas muertas se debe a la descomposición de compuestos llamados óxido de trimetilamina (TMAO) y óxido de dimetilamina (DMAO) en el cuerpo de la langosta.

Cuando una langosta muere, las enzimas que normalmente mantienen estos compuestos bajo control ya no están activas y las bacterias en el intestino de la langosta comienzan a descomponer el TMAO y el DMAO en amoníaco y otros compuestos malolientes.

La concentración de amoníaco en las langostas muertas puede ser bastante alta, y es este amoníaco el responsable del olor característico.