¿Dónde se almacena la leche?

La leche generalmente se almacena en refrigeradores para mantenerla fresca y evitar que se eche a perder. La temperatura ideal para almacenar la leche es entre 34 y 40 grados Fahrenheit (1 y 4 grados Celsius). Este rango de temperatura ayuda a ralentizar el crecimiento de bacterias y otros microorganismos que pueden hacer que la leche se eche a perder y no sea segura para beber. Los refrigeradores brindan un ambiente controlado que se puede mantener constantemente a la temperatura adecuada, lo que garantiza que la leche permanezca fresca y segura para consumir.