¿Qué causa que la leche se agrie?

La causa principal de que la leche se vuelva agria es la presencia de bacterias, particularmente bacterias del ácido láctico (BAL), que se encuentran comúnmente en la leche cruda o en la leche pasteurizada mal manipulada. Estas bacterias consumen la lactosa (azúcar de la leche) y la convierten en ácido láctico mediante un proceso llamado fermentación. A medida que el ácido láctico se acumula, hace que el nivel de pH de la leche baje, lo que produce un sabor amargo y eventualmente se echa a perder.

Los factores clave que contribuyen al agriamiento de la leche incluyen:

1. Temperatura: Las temperaturas cálidas proporcionan un ambiente ideal para el crecimiento y la multiplicación de bacterias. Dejar la leche a temperatura ambiente durante períodos prolongados permite que las bacterias prosperen, lo que hace que se agrie más rápido.

2. Contaminación: La leche puede contaminarse con bacterias durante el proceso de ordeño, debido a equipos de ordeño sucios o por contacto con superficies o recipientes que contienen bacterias. Las prácticas inadecuadas de desinfección durante el ordeño, el almacenamiento y la manipulación pueden contribuir al agriamiento de la leche.

3. Condiciones de almacenamiento: Las condiciones de almacenamiento inadecuadas pueden acelerar el crecimiento de bacterias en la leche. Dejar la leche sin refrigerar o a temperaturas superiores a 40 grados Fahrenheit (4 grados Celsius) promueve el crecimiento y el deterioro de bacterias.

4. Pasteurización: La pasteurización, cuando se realiza correctamente, mata la mayoría de las bacterias de la leche, incluidas las responsables de la acidez. Sin embargo, si la leche no se pasteuriza adecuadamente o si se vuelve a contaminar después de la pasteurización, las bacterias aún pueden multiplicarse y provocar acidez.

5. Exposición al aire: El contacto con el aire puede introducir bacterias que dañan la leche. Exponer la leche al aire libre o dejarla sin sellar después de abrirla permite que entren bacterias y comiencen el proceso de fermentación.

6. Exposición a la luz: La exposición a la luz, particularmente a la luz solar, puede contribuir a la degradación de los componentes de la leche y aumentar su susceptibilidad al crecimiento bacteriano.

7. Materiales de embalaje y envase: Es posible que ciertos materiales de embalaje, como recipientes de plástico o recipientes mal sellados, no proporcionen una barrera adecuada contra las bacterias o el oxígeno, lo que permite que la leche se eche a perder más rápidamente.

Para evitar que la leche se agrie, es fundamental mantener prácticas de higiene adecuadas durante el ordeño y la manipulación, refrigerar la leche rápidamente después de la compra y consumir o refrigerar la leche antes de la fecha de vencimiento.