¿Cómo se debe matar la carne para kosher?

Según las leyes dietéticas judías (kashrut), los animales kosher deben ser sacrificados de una manera específica llamada shejitá. Este método de sacrificio ritual es crucial para garantizar la calidad e idoneidad de la carne para el consumo kosher. Así es como se debe matar la carne para kosher:

1. Selección de animales:

- Sólo se pueden sacrificar animales específicos que cumplan con los criterios dietéticos kosher para obtener carne kosher. Estos animales incluyen ciertas especies de ganado vacuno, ovino, caprino, venado y aves de corral.

2. Inspección:

- Antes del sacrificio, el animal debe ser examinado cuidadosamente para detectar defectos físicos, enfermedades o lesiones. Cualquier animal que se encuentre con condiciones descalificantes no se considera kosher.

3. Séjitá:

- Shejitá es el acto de sacrificar al animal. Implica utilizar un cuchillo afilado y de hoja lisa para hacer una incisión rápida y profunda en el cuello del animal.

- Este corte corta la tráquea, el esófago y las arterias principales, provocando una rápida pérdida de sangre y pérdida del conocimiento.

4. Matadero capacitado:

- Sólo los shojtim (matadores rituales) debidamente capacitados y certificados pueden realizar shejitá. Su experiencia garantiza que el corte sea preciso y cumpla con todos los requisitos religiosos y éticos.

5. Extracción de sangre:

- Después del sacrificio, la canal se cuelga boca abajo para permitir un drenaje completo de la sangre. Este proceso es crucial porque, según la ley judía, está prohibido consumir sangre.

6. Inspección adicional:

- Después del escurrido, la canal se somete a una inspección más rigurosa para garantizar que no queden restos de sangre u otros defectos que lo descalifiquen.

7. Salado:

- La carne kosher debe salarse para eliminar los restos de sangre. El proceso consiste en cubrir la carne con sal gruesa y dejarla durante un tiempo determinado, que varía según el tipo de carne.

8. Lavado y Enjuague:

- Después de la salazón, la carne se lava y enjuaga bien para eliminar la sal y posibles impurezas restantes.

Al cumplir con estos requisitos específicos para el sacrificio y procesamiento de carne, los consumidores kosher se aseguran de consumir alimentos que cumplan con los estándares dietéticos religiosos y las prácticas éticas prescritas por la ley judía.